VARIEDAD DE PRODUCTOS
VEN A CONOCERNOS...
Estamos en Fuensalida, Almorox, La Torre de Esteban Hambran & Santa Cruz del Retamar.
Nos encontramos en zonas con facilidad de acceso ya sea parking o zona, por lo que es fácil de encontrarnos.
Nuestra misión es seguir creciendo y ofrecer las mejores frutas en cuanto a calidad y frescura en nuestro mercado para que nuestros clientes se sientan a gusto con su compra
No saldrás insatisfecho de nuestra tienda, tenemos todo tipo de fruta. Tropical, exóticas, mediterráneas.
Ven a conocer nuestras tiendas, una gama con gran variedad de frutas y verduras a su disposición.
No quedará insatisfecho.
NUESTRAS TIENDAS
DEBES SABER...
Recientemente hemos reformado nuestras tiendas de Santa Cruz Del Retamar y Fuensalida, ofreciendo así una nueva imagen haciendo que nuestras tiendas se modernicen adaptandose al gusto de nuestros clientes.
¿Alguna vez te has preguntado qué recorrido sigue una hortaliza o fruta desde su recolección hasta llegar al mercado?
Estos productos siguen unos pasos básicos previos a su comercialización y desconocidos para el consumidor final. Un largo camino que hace que estos productos lleguen en perfectas condiciones hasta nuestros hogares.
El cuidado del entorno por parte de los agricultores, utilizando novedosos sistemas de producción e implantando sistemas de trazabilidad y seguridad alimentaria, es el protocolo que siguen nuestras frutas y hortalizas antes de ser recolectadas. El corte y la selección de las frutas se pueden realizar de manera manual o con máquinas diseñadas especialmente para ello, dependiendo del tipo de fruta que sea. A partir de este momento comienza una delicada manipulación que incide directamente sobre la calidad del producto final y la salud de la población que la consume.
Las naves de producción hortofrutícolas son los lugares donde se manipulan las frutas y hortalizas. Gestionan la recepción de las variedades que llegan desde el campo para su posterior expedición a las lonjas y mercados centrales. El primer paso es el reconocimiento de cada fruta y hortaliza para concretar su peso, al mismo tiempo que se desechan los alimentos en mal estado. Los productos almacenados ya están listos para su selección y limpieza.
Las frutas y las hortalizas son alimentos delicados y perecederos y necesitan unos cuidados que condicionan toda la cadena de producción. En su selección o calibrado los alimentos son separados según su peso, tamaño y color. Una clasificación inmediata que facilita continuar con proceso de limpieza, envasado y etiquetado.
Estos productos vienen del campo y no podemos olvidar su limpieza en este proceso. Hay dos formas de limpiar las frutas y hortalizas: en húmedo, con inmersiones o por aspersiones, variando la temperatura y la presión del agua. En este caso, para que los alimentos no se estropeen, es necesario escurrirlos y sacarlos. Y por otra parte, en la limpieza en seco, con el aspirado nos desharemos de los sobrantes que se hayan arrastrado junto con productos.
En muchas ocasiones, para recuperar el brillo de las frutas se recubren con parafinas y ceras. Además de estos cuidados, la normativa exige un envasado propio para las frutas u hortalizas que garantice su conservación y protección durante el transporte. Envases como cajas de cartón, de madera recubiertas con rellenos para evitar golpes y aplastamientos, o bandejas con envolturas de plástico y tarrinas.
Ahora podemos almacenar los lotes envasados con total tranquilidad lo que facilita las tareas de apilado de cajas o paletización. Todos los envases tienen la obligación de ir etiquetados. La etiqueta es una garantía de calidad que debe informarnos de la procedencia, denominación, peso y fecha de envasado de las diferentes variedades preparadas para su distribución.
Comienza la expedición hacia las lonjas y mercados mayoristas encargados de abastecer a los puntos de venta. Para el transporte de frutas y hortalizas los camiones deben asegurar en todo momento mantener la cadena de frío. Ya en los puntos de venta, a la hora de hacer la compra, es aconsejable poner cuidado al elegir las frutas, que estén en su punto de maduración, sin golpes o arañazos, y en el caso de las verduras, debemos fijarnos en el aspecto de sus hojas que nos garanticen frescura.